Lleva el nombre del fundador Juan Andrés Vivanco Amorín, maestro de profesión que lo creo en 1984 para acoger a los centenares de niños huérfanos y abandonados.
En 1987 se hace cargo de la administración del orfanato la congregación de Hnas de Santa Ana.
Veinticuatro años después de su fundación y desaparecido Sendero Luminoso, ya no hay tantos huérfanos como al principio, pero continúan existiendo familias con muy pocos recursos y es a estos niños a los que acoge.
Nuestra colaboración con el orfanato consistió durante varios años en el envío de material humanitario (alimentos, vestidos, medicinas, etc.).
Después, por existir una burocracia excesiva en la tramitación de los envíos, se sustituyó por ayudas directas para los gastos de mantenimiento.